La sala A del Palacio de la Audiencia acogerá hasta el próximo 22 de julio la exposición de pintura de uno de los artistas más reconocidos del expresionismo abstracto contemporáneo. Se trata de Baruj Salinas, arquitecto y profesor cubano, nacido en La Habana en 1932 y afincado desde 1992 en Miami.
Salinas atesora una extensa trayectoria vital y profesional. Graduado en Arquitectura en la Universidad de Kent (Ohio) en 1958, en 1959 sale de Cuba y se instala en San Antonio (Texas), desde donde marcha a Miami en 1961. En 1974 viaja a Madrid y pronto se dirige a Barcelona, ciudad más cosmopolita y rica en nuevas tendencias artísticas, donde entabla relación con Antoni Tapies, Joan Miró, Saura y Chillida, sin perder el contacto con otros artistas afincados en Madrid como Gabino, Canogar, Farreras o Rivera. Su amor por la pintura es anterior a la arquitectura, a la que llegó por asegurarse un futuro económico más estable. Se considera “pintor autodidacta”.
En lo referente a la técnica, la obra de Baruj Salinas es fácilmente identificable por la presencia constante de la luz y el color. Como él mismo ha explicado en alguna entrevista, en sus principios realizaba numerosos bocetos y trabajaba sobre ellos, pero utilizándolos simplemente como punto de partida. Luego, a medida que avanzaba el cuadro, comenzaba a cobrar vida. En cuanto el color comenzaba a condicionar la obra, era lo que realmente le proporcionaba su carácter. Salinas siente fascinación por el trabajo de Monet, con sus cambios de colores dependiendo de la hora y la luz de día. Siempre ha sentido que el color es la base de su obra y lo considera más importante que el dibujo.
Su primera exposición colectiva fue en el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba, en La Habana, poco antes de abandonar la isla en 1959. Tras ella, prácticamente cada año hasta 2006 ha participado en decenas de muestras junto con otras artistas. A título individual, su primera exposición fue en el Miami Beach Art Center en 1962. Después, su impresionante currículo habla de casi un centenar de exposiciones individuales por todo el mundo.
En 1970 Salinas decide abandonar definitivamente la arquitectura para dedicarse totalmente a la pintura. “Dejé la arquitectura por falta de espacio para maniobrar. Me refiero a la falta de libertad. Siendo arquitecto uno está supeditado a los asuntos de dinero, a los deseos de los clientes y otros muchos problemas que se te van presentando. En la pintura soy árbitro y ejecutor. Y es excitante ver como de un espacio en blanco va surgiendo la obra que tienes en mente”.
En esa búsqueda de libertad, se va decantando cada vez más por una pintura abstracta. “Para mí fue una revelación temprana ver las obras de un Pollock o la de Willem de Kooning. Sentí afinidad al enfrentarme ante sus obras. Pintar es un acto trascendente, una meditación. Ese acto de pintar tiene una relativa espontaneidad, en él se verifican accidentes controlados. Uno aprende con el paso del tiempo”.
La obra de Baruj Salinas podrá verse en Soria hasta el próximo 22 de julio, de lunes a sábado en horario de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 21:00 horas.
© - Ayuntamiento de Soria - Todos los derechos reservados
Nota Legal | Política de Cookies | Certificación ENS | Accesibilidad | Mapa web | Quejas y Sugerencias | Acceso Correo | Soporte
Plaza Mayor, 7, 42001 Soria - Tlf: 975 23 41 00 - Fax: 975 23 41 40