Manaña jueves 22 el Centro Cultural Palacio de la Audiencia será el escenario de la obra de teatro “El deleitoso y otras delicias”, en una primera sesión que tendrá lugar a las 11.30 de la mañana destinada a los centros educativos, en tanto que el público en general podrá verla a las 20.30 horas de esa misma tarde.
Enmarcada dentro de la campaña de otoño e invierno de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Soria, el montaje de Guirigai Teatro irrumpe en la España de la década de los 50 gracias a la recreación de varios pasos de Lope de Rueda, al tiempo que trasciende la anécdota y la época para retratar temas tan universales como la picardía, la astucia o las ansias de supervivencia.
El descubrimiento de un reportaje fotográfico de Eugene Smith realizado en la localidad cacereña de Deleitosa, que reflejaba la realidad española de la posguerra, fue determinante para que la compañía extremeña optase por situar en la España rural de los años cincuenta su nuevo trabajo.
Así, la creación de este grupo cuya trayectoria profesional sobrepasa la treintena de años, pretende situarse en aquel tiempo evocando los rostros que aparecen en las fotografías y que, en palabras del director de la obra y autor de la versión, Agustín Iglesias, permiten “trascender la anécdota para entroncarse con la realidad de un campesinado para el que el tiempo se ha quedado detenido”,
A partir de una dramaturgia escrita por el propio Iglesias y basada en una veintena de pasos de Lope de Rueda, la compañía realiza una labor de actualización de los textos, aunque no tanto como para acercarlo a los tiempos presentes “porque nuestro lenguaje ha cambiado totalmente”. Sin embargo, afirma que los textos del dramaturgo del Siglo de Oro encajan perfectamente en el mundo campesino y rural de la posguerra española, en tanto que los temas principales se mantienen muy bien, “sobre todo en la memoria de los que tenemos recuerdos del mundo rural de los años 40 y 50”. “Da lo mismo”, explica el director y dramaturgo, que se trate de Andalucía, Extremadura, Galicia o Euskadi... Al campesino se le condenó a seguir igual otros 500 años y, por ello, los personajes encajan perfectamente; cambias al alguacil por el Guardia Civil o al hidalgo por el cacique pero, al final, es lo mismo”.
Este espectáculo, “muy político pero en el que no vamos a hablar de política” y que trata de mostrar las relaciones de poder y de hambre que se daban en determinados momentos, arranca como un cuento: “Hace muchos años, bueno, no tantos años, un país sufre una terrible guerra. Una noche, el generalísimo y el cardenalísimo, un poco más entusiasmados por los orujos gallegos, empezaron a discutir sobre cuál sería la felicidad del pueblo. Invocando al brazo incorrupto de Santa Teresa volaron por los cielos de España y, al llegar a la raya de Portugal, empieza a rebuznar un burro y aparece nuestro protagonista”… que no es otro que uno de los criados de las obras de Lope de Rueda.