La nueva edición del programa de educación ambiental y rutas guiadas ‘Senderos del Duero’ se ha cerrado esta mañana poniendo en Valonsadero y sus manantiales recuperados el punto y final a las cinco rutas medioambientales completadas con más de 500 participantes. Este programa ha vuelto a poner en valor el rico patrimonio natural de la ciudad con visitas y charlas didácticas a zonas como las márgenes del Duero, el Castillo, el vivero de La Dehesa, el Mirón y, como novedad este año, los manantiales de Valonsadero, que ha recuperado el Consistorio para que se puedan visitar y añadir a la extensa oferta del monte soriano. La concejala de Medio Ambiente, Ana María Calvo, ha  insistido en que estas rutas mantienen la misma idea de años anteriores con actividades que mezclan el senderismo, de una forma accesible y para todos los públicos, con la educación medioambiental. “Todo ello ha hecho que hayamos podido ver que el público es en su mayoría familiar y que son muchos los que repiten”, ha indicado.  Aunque todas las rutas se han llegado con un cupo de 100 inscritos, la celebrada esta mañana ha despertado especial interés completándose las plazas con mucha antelación al tratarse de una visita a espacios cercanos ubicados en Valonsadero, pero en muchos casos totalmente desconocidos por los sorianos, ahora señalizados y puestos en valor. Otro aspecto que ha supuesto un plus ha sido que la de hoy era una ruta inédita en el programa de Senderos al contrario que otras que han repetido el trayecto de años anteriores.

La actividad cuenta con la financiación de la empresa Valoriza, adjudicataria del servicio de limpieza, y se presta especial atención en el reciclaje, selección de materiales y cuidado del entorno. Esta misma semana se han conocido los datos de recogida selectiva, impropios y reciclaje que han constatado que los sorianos están a la cabeza en esta materia muy por encima de la media nacional y autonómica.

El objetivo de estas rutas es seguir formando en comportamientos respetuosos con la flora y la fauna desde la infancia, una tarea que está dando frutos y que avalan los datos de reciclaje de la ciudad. Este año se mantiene un premio a la fidelidad que obtendrán aquellos que, al menos, completen cuatro de las cinco rutas.

La ruta de esta mañana ha incluido una visita a tres de los cuatro manantiales recuperados de Valonsadero con una distancia de 6,9 kilómetros y una duración de 3 horas con salida desde el Centro de Interpretación de Valonsadero. Las fuentes que se han podido ver son la del Oro, Puente del Canto y la Cueva de la Gallina. No se podrá acudir a la fuente del Cubillo, al quedar más alejada del circuito.

El Ayuntamiento de Soria ha incluido esta recuperación de manantiales dentro de sus tareas de mantenimiento y puesta en valor del monte de Valonsadero con la recuperación ya de las cuatro fuentes ubicadas en distintos puntos y que permiten a los senderistas descubrir la riqueza acuífera de este entorno natural tan próximo a la ciudad con una intervención leve para que no provoque mucho contraste. Estas fuentes  ahora localizadas y señalizadas, cuyo agua no está autorizada para el consumo, se encuentran en zonas de fácil acceso y se han ido restaurando con la colaboración de los conocedores de este espacio. La penúltima actuación, ejecutada en 2012, se ha realizado en la denominada Fuente del Cubillo en la zona del Pinarcillo en la parte de atrás del camino de Losán. Este mismo año también se ha recuperado la de la Cueva de La Gallina, más compleja por encontrarse ubicada entre rocas y exigir un desbroce previo para su localización y posterior actuación. Las intervenciones han sido desarrolladas por los trabajadores forestales del Ayuntamiento, en colaboración también con la Junta, y los empleados del almacén municipal. En este caso se ha contado también con la colaboración desinteresada de un vecino de la ciudad, que ha labrado la piedra junto a los pozos. En algunas de las intervenciones se ha sembrado tras marcar la zona naturalizando zona al completo para recuperar la imagen anterior. Anteriormente ya se pusieron en valor también la fuente de Puente del Canto, junto al Puente Romano, y la conocida como Fuente del Oro, en las proximidades del Puente del Canto.