09.06.2021. El cien por cien del suministro que consume el Ayuntamiento de Soria tiene su origen certificado en energías renovables desde el año 2019.  Además, parte de sus edificios, entre ellos las instalaciones deportivas y el Mercado Municipal, se encuentran conectados a la red de calor de biomasa. Todo ello ratifica el compromiso con la reducción de emisiones y con las agendas internacionales y, en esta misma línea, se enmarca el estudio que ha elaborado la Universidad de Valladolid con un equipo redactor formado por docentes del Campus de Soria y que, supone, como ha explicado el alcalde “dar un paso más hacia la producción propia y el autoconsumo”. Carlos Martínez ha explicado que “Soria quiere posicionarse en este sentido y estaríamos hablando de una inversión próxima a los 600.000 euros. Este proyecto es la base de una de es una de las expresiones de interés que hemos remitido con el deseo de poder presentarnos a las convocatorias de fondos”.

El estudio ha sido elaborado por Luis Hernández Callejo, Sara Gallardo Saavedra, Alberto Redondo Plaza, Víctor Alonso Gómez y José Ignacio Morales Aragonés. Víctor Alonso ha querido destacar la colaboración entre la UVA y el Ayuntamiento destacando lo positivo de esta interacción que “resulta más fácil en una ciudad con la dimensión de Soria”. “Esta colaboración nos permitió analizar todos los edificios municipales, tanto su demanda eléctrica como térmica, con soluciones de energía solar, agua caliente y un proyecto más complejo en el Castillo”, ha indicado.

Sara Gallego por su parte ha detallado cómo se ha llevado a cabo el estudio con un primer análisis in situ de los edificios y de sus instalaciones y suministro. Posteriormente, se analizó la demanda de los consumos eléctricos y de los térmicos, especialmente los tres polideportivos con piscinas climatizadas. La investigadora ha añadido que “con esta base, estudiamos tres escenarios de estudio distintos. En una primera parte, hablamos de instalar energía fotovoltaica en los 22 edificios, agrupándolos en función de sus consumos, para producir electricidad. Posteriormente, analizamos la implantación de energía solar térmica para la producción de calor y sólo aplicándolo a los tres edificios con piscinas cubiertas. Por último, se trabajó en un sistema híbrido conectado a red para producir energía eléctrica con paneles y con el apoyo de un depósito de agua en el Castillo para satisfacer la demanda de toda la zona”

El informe concluye que la instalación de placas (primer escenario) en todos los edificios supondría una inversión inicial de 641.000 euros con un ahorro medio de 117.876 euros lo que permitiría amortizar esa inversión en apenas 7 años. En el segundo escenario, centrado en los polideportivos y la producción de calor, la inversión en cada instalación rondaría los 128.000 euros con un ahorro de 26.000 euros y una amortización también en seis años. Si en lugar de trabajar con la hipótesis de instalar 100 panales, la cifra asciende a 285, la inversión inicial ascendería a 336.000 euros y el ahorro a 61.000 con un payback también de seis años. El último informe (tercer escenario) resulta más complejo y costoso con una inversión de entre 459.000 euros y 552.000 euros (en función del volumen de los depósitos). Esta medida supondría un ahorro de 15.000 a 22.000 euros y, por lo tanto, la amortización se elevaría a los 25-30 años.

Sara Gallego ha explicado que esta línea de trabajo iría en consonancia con la nueva factura eléctrica ya que “la energía solar favorecería el autoconsumo en las horas centrales del día, que es cuando el suministro de la red y el precio es más caro, y haría que sólo hubiera que recurrir a la red en otros momentos del día cuando la tarifa es menor, normalmente por la noche. Es una forma de promover que cada uno produzca su propia energía. El estudio, por lo tanto, si lo revisamos con la nueva tarifa sería todavía más favorable”.